Óscar V. Machado / CDMX Magacín
El reto que se ha planteado Clara Brugada de implementar un sistema de cuidados que sea un referente en el país es una gran apuesta, que debe conformarse con recursos y, sobre todo, con el fomento de un cambio de concepción y cultura del papel desigual entre mujeres y hombres en este aspecto, apunta Edith Pacheco Gómez Muñoz, investigadora de El Colegio de México.
“Los recursos son fundamentales para concretar este sistema de cuidados, pero también lo será la articulación de las diferentes áreas del gobierno capitalino, todas las secretarías deben tener un papel y coordinarse entre ellas, si no hay una gran articulación gubernamental, no se concretará”, expone en entrevista.
Al recalcar que esto no se logrará en un sexenio, la especialista resalta que la parte fundamental de este sistema de cuidados será redistribuir la carga, que hoy todo lo absorbe la mujer, sino que el hombre debe participar activamente, para lo cual se necesita un cambio cultural y de concepción, “pero debemos tener muy claro que tenemos una estructura desigual entre hombres y mujeres para atender el cuidado que tiene siglos”, apuntó.
El pasado 11 de agosto, la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina presentó la iniciativa de Ley del Sistema Público de Cuidados en la que proyecta servicios gratuitos como estancias para infantes de 6 meses a 6 años, casas de día para personas adultas mayores, centros de rehabilitación para personas con discapacidad, lavanderías populares y comedores comunitarios. Además, plantea cada una de las 16 alcaldías cuente con su propio sistema local de cuidados, integrado y articulado a nivel de ciudad.
Al respecto, Pacheco Gómez apunta: “Será importante evaluar cómo funcionará esta propuesta y para ello ya existen los modelos como los que tiene la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la ONU para hacerlo”.
Señala que para que el sistema de cuidados que plantea Brugada no se quedé sólo servicios como estancias infantiles y comedores, se debe cambiar la legislación en varios rubros. “Por ejemplo, en el campo laboral, en los permisos que se otorgar a hombres y mujeres son desiguales, cuando nace un hijo, a los hombres sólo se dan 5 días, ¿cómo se van a comprometer a los cuidados del bebe si los permisos son muy reducidos?”
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores señala que un modelo que puede ser referente para la Ciudad de México para construir un sistema de cuidado es Uruguay, que hasta cuenta con una Secretaría Nacional de Cuidados y Discapacidad.
En ese país sudamericano, el sistema de cuidados es un modelo de responsabilidad compartida entre el Estado, familias, comunidad y mercado que busca garantizar el derecho al cuidado, que se enfoca en la atención de niños, personas mayores y personas con discapacidad, promoviendo la redistribución del trabajo de cuidados, la creación de servicios de calidad y capacitación.
“Pero también hay varios países que ya trabajan en ese objetivo como Colombia, Perú, Chile, que tienen ya una serie de acciones que van por construir un sistema de cuidados”.
“Lo que veo en la Ciudad de México es que hay un compromiso político y potencial de acción que nos puede permitir sentar las bases de ese sistema de cuidados, por lo menos en el discurso hay ese compromiso, por lo que tenemos que impulsar acciones desde la sociedad a que el gobierno cumpla, pero sin duda es un gran reto”, puntualiza la investigadora del Colegio de México.
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