Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Hay al menos tres hechos recientes que ilustran la relevancia que ha cobrado Ernestina Godoy, consejera jurídica de la Presidencia de la República, para la relación entre la primera mandataria Claudia Sheinbaum y la jefa de Gobierno, Clara Brugada, quienes viven en simbiosis: una necesita de Palacio para temas complejos de la capital, y la otra requiere que haya plena gobernabilidad en la sede de los Tres Poderes de la Unión.
El primero de los hechos: Godoy logró que Nashieli Ramírez, ex titular de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX, fuera un acuerdo terso entre Sheinbaum y Brugada para designarla titular de la Contraloría General del Gobierno capitalino, para los próximos 4 años.
Segundo: Godoy también fue fundamental para que transitara sin contratiempos el acuerdo de que Mónica Alegre fuera designada como titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT). Ella es cercana a la secretaria del Medio Ambiente en la capital, Julia Álvarez Icaza, propuesta de Sheinbaum, pero su jefa actualmente es Brugada.
El otro hecho significativo es que la misma Ernestina Godoy ‘planchó’ con Brugada que Dolores González Saravia Calderón sea la próxima presidenta de la CDHCDMX, cuya designación se encuentra en proceso en el Congreso de la Ciudad de México. Es inminente que será ella, porque además de que ya se decidió en la cúpula, de acuerdo con legisladores de la Comisión de Derechos Humanos, fue quien mejor calificación obtuvo en las comparecencias de este lunes, de los ocho finalistas.
La trayectoria política de Godoy ha estado estrechamente ligada a López Obrador, pero también a Clara Brugada, de quien fue directora general jurídica y de Gobierno cuando fue jefa delegacional en Iztapalapa, entre 2009 y 2012, año en que con el aval de él se convirtió en diputada de la ALDF, todavía por el PRD. Entre 2014 y 2016, ya como diputada federal, Godoy fue clave para que miles de militantes y un grupo de legisladores dejaran las filas de ese partido para irse a fundar Morena y apuntalar las candidaturas de López Obrador y Sheinbaum.
Godoy fue la primera coordinadora de Morena en el Congreso capitalino, cargo en el que no duró mucho porque la designaron procuradora de justicia capitalina en 2019 y en 2020 fiscal, durante la gestión de Sheinbaum en la CDMX. Su diputada suplente, Martha Ávila, sumamente cercana a ella y a la propia Brugada, se convirtió en la coordinadora, incluso trascendiendo a la Segunda Legislatura.
Desde la Fiscalía, Godoy abrió una investigación y varios procesos penales de lo que se ha conocido como “cartel inmobiliario”, que involucró a líderes panistas, lo que los desgastó hacia la sucesión de la Jefatura de Gobierno en 2024. Eso sin duda ayudó al triunfo de Brugada.
Precisamente por esa investigación es que la oposición impidió que fuese designada para otros cuatro años al frente de la Fiscalía capitalina. Ganó un escaño en el Senado, asumió el 1 de septiembre del año pasado, pero pidió licencia para hacerse cargo de la Consejería Jurídica.
Hoy, tan relevante es el papel de Godoy, que hay quienes la vislumbran como posible coordinadora de los senadores, en caso de que dejara de serlo Adán López –cada vez más probable–. La suplente de Godoy es la presidenta nacional del PVEM, Karen Castrejón, quien tendría que dejar el escaño en caso de que Godoy regrese a la cámara alta. Todo apunta que Godoy seguirá siendo factor de importantes acuerdos políticos entre Brugada y Sheinbaum. Lo veremos.
FOTO: Especial
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