Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
La elección judicial hizo que a Clara Brugada, jefa de Gobierno, y a algunos de sus altos funcionarios y alcaldes morenistas les brotara el ‘mapache electoral’ priísta que llevan dentro. Esto puso bajo mayor cuestionamiento la reforma judicial y dejó en claro cómo va a actuar el partido oficial en los comicios venideros, con la complacencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien así como su antecesor recurría al lugar común del “yo tengo otros datos”, ella “ordena” que se “investigue”, aunque no le competa la indagatoria y suene a invasión de la autonomía de la Fiscalía General de la República.
Brugada y sus altos funcionarios son ya conscientes de que se metieron en un lío, porque con pruebas de por medio les atribuyen el uso ilegal del aparato de Gobierno no sólo para repartir acordeones, sino para que los beneficiarios de programas sociales siguieran sus instrucciones de acudir a votar por quienes pusieron en los listados, los favoritos de Morena.
Esto derivó en una sólida denuncia ante el INE por parte de la organización civil “Proyecto Justicia Común”, de lo que llamó “operación acordeón” de Morena y el GCDMX, en la cual acusan a la propia Brugada, así como a la titular de la Secretaría del Bienestar Social CDMX, Araceli Damián, de financiar con dinero público la impresión de esos acordeones, pero también haber utilizado a la estructura de gobierno para crear una red territorial con capacidad de repartir, casa por casa, los acordeones, en especial en domicilios donde reciben programas sociales.
Ahí te encargo a mis candidatos”, es el mensaje, que de fondo constituye una coacción, una extorsión, algo ilegal, que está obligado a sancionar el INE, aunque sea para simular que está haciendo algo y le queda cierta autonomía. Por separado, el PAN presentó ante la Fepade un paquete de denuncias por estas irregularidades contra funcionarios de Brugada.
En el aparato gubernamental federal hay más bien simulación. El jueves le preguntaron a la presidenta Sheinbaum sobre esta denuncia ciudadana presentada ante el INE contra el Gobierno de Brugada por intervención ilegal en el proceso electoral. Sin que a Sheinbaum le competa determinar si lo presentado ante el INE es prueba fiel o no, dijo que para ella no hay demostración alguna de una intervención ilegal, y pidió que en todo caso el INE y el Tribunal investiguen.
Ya se le ha hecho costumbre a Sheinbaum responder que “ella no ve pruebas” cuando le preguntan sobre denuncias de hechos ilícitos de alguien de la “4T”, y entonces añade que debe investigarse. Ya hasta le hacen mofa por ello en redes sociales.
Esta “operación acordeón” es simplemente actualizar a los nuevos tiempos toda la letanía de fraudes que hizo el PRI y le permitieron preservar su hegemonía durante casi 70 años. Antes se llamaba operación tamal, carrusel, ratón loco, urna embarazada.
Esta elección judicial está manchada de origen porque compraron a un senador del PAN para poderla aprobar y extorsionaron a otro de MC para que no asistiera a la sesión. Después hubo “operación tómbola”, con dados cargados hacia los favoritos de Morena y enorme porosidad, tanto que el senador de Morena, Gerardo Fernández Noroña advirtió que se les colaron candidatos presuntamente relacionados con el crimen organizado.
Lo grave ahora es que, además del mugrero de irregularidades en el proceso electoral, la baja participación dejará al Poder Judicial con un enorme déficit de legitimidad. Pero eso querían, ¿no? ¡Estábamos mejor, cuando estábamos peor! Lo veremos.
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