Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Dos imágenes posteadas el mismo día por autoridades de instancias de gobierno capitalinas nos dejan en claro que para la administración que encabeza Clara Brugada la vida es rosa. Pero la realidad la evidenció seguramente sin pretenderlo la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega.
La primera imagen fue difundida en la red social X a las 13:36 horas de este 20 de noviembre, por parte de la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, que encabeza Alejandra Frausto. Es una foto de archivo del Monumento a la Revolución bordeado con un lindo cielo azul, la explanada limpísima, sin vendedores ambulantes. Se ven hasta las escalinatas que descienden al Museo de la Revolución.
La imagen va acompañada del siguiente texto: “#UnDíaComoHoy, pero de 1910, comenzó la Revolución Mexicana. Conoce más de este movimiento histórico en el @museorevolucion, integrado por espacios interactivos, objetos históricos, esculturas y más. Visítalo, bajo el Monumento que homenajea a este movimiento”.
Doble farsa, doble mentira, el Monumento está amurallado, de tal suerte que si un turista ve este mensaje y va de visita, se llevará una fuerte decepción, resultará engañado, timado, porque se encontrará con que está amurallado, que no puede pasar siquiera a ver las inscripciones en las columnas de los restos humanos que yacen ahí de los próceres de la Revolución. Tampoco se puede visitar el museo que promueve la dependencia de Frausto, que en el mismo tuit difundió tres fotografías de lo que hay en su interior. Y ya ni hablar de subir a las terrazas miradores de este inmueble histórico, que administra el Gobierno de la Ciudad de México.
La segunda imagen proviene de la ceremonia conmemorativa que encabezó la alcaldesa Rojo de la Vega en el Monumento a la Revolución este miércoles, por el 114 del inicio de la rebelión. Es una fotografía que da tristeza, porque la alcaldesa rinde homenaje a los próceres, y ni siquiera puede acercarse por la muralla cuatroteísta. La imagen contiene ironía involuntaria: al fondo, en el cristal que recubre el cubo del elevador, un aviso: “Abierto”.
Esa es la realidad del monumento cercado por autoridades del Gobierno de la Ciudad de México que no han generado las condiciones políticas y menos legales para que sea respetado por el valor histórico de la victoria social más importante del siglo 20. Es mejor vivir el autoengaño.
Visitantes a la CDMX que pasan a bordo del “Turibús” escuchan la historia de la Revolución y del Monumento, pero no les dicen que es inaccesible. Principalmente los extranjeros no terminan de explicarse por qué las autoridades del país no son capaces de proteger un inmueble con tanto valor histórico. Para algunos, es el reflejo de desprecio por el pasado que construyó la nación, y de la incapacidad de sus gobernantes actuales.
Parte de la burla viene de antes, porque la Secretaría de Turismo CDMX, en sus módulos de atención a los visitantes, dice que uno de los sitios imperdibles es el Monumento a la Revolución, su museo y mirar desde las terrazas. Puro engaño.
Los visitantes pueden continuar su ruta por el autobús turístico y llegan a la Glorieta del Ángel de la Independencia, también considerado un sitio “imperdible”, pero igual está amurallado. Algún ingenuo cree que se puede llegar al monumento por túnel, pero no hay tal. El sitio está literalmente clausurado, inaccesible, porque no hay capacidad política y policial de las autoridades del gobierno que ahora encabeza Clara Brugada. ¿Al menos en los símbolos pondrá orden? Lo veremos.
FOTOS: Sectur CDMX / Alcaldía Cuauhtémoc