Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El discurso oficial, desde la presidenta Claudia Sheinbaum y la jefa de Gobierno, Clara Brugada, es duro contra las ilegalidades y abusos de los desarrolladores inmobiliarios en la capital del país. En concordancia con ello, no debería haber ningún obstáculo para que la próxima semana el Congreso de la Ciudad de México, donde tiene una avasalladora mayoría el partido Morena con sus aliados del PVEM y el PT, apruebe la creación de una comisión legislativa para investigar y revisar todas las violaciones de uso de suelo que están ocurriendo en la Ciudad de México y se frenen construcciones que afectan el patrimonio o a los vecinos de colonias enteras.
La propuesta, del diputado morenista Fernando Zárate Salgado, de Álvaro Obregón, es actual por dos casos emblemáticos que ocurrieron en las últimas semanas. El primero: un juez otorgó un amparo para la construcción de un enorme inmueble que invade territorio del Bosque de Chapultepec, una reserva ecológica. Por lo pronto, legisladores ya impidieron que avance la obra.
El segundo hecho: otro juez ordenó que se permita continuar la construcción de un edificio de 20 niveles en la calle Insurgentes Sur 2021, esquina con Desierto de Los Leones, en pleno corazón de San Ángel, donde la norma no permite edificaciones tan altas. Esto es muy cerca del Parque de la Bombilla, donde está el monumento a Álvaro Obregón.
En San Ángel, como en el Centro Histórico, el de Tlalpan o Coyoacán, la legislación en materia de desarrollo inmobiliario es sumamente rígida. Estas zonas tienen distinta normatividad que las protege, para darle identidad, porque en algunos casos ahí se vivió la Conquista de México o la etapa Prehispánica.
Por eso, en San Ángel, el límite para construir sobre avenida Insurgentes es de 14 metros, y en la calle Desierto de Los Leones de 9 metros.
Esta historia de irregularidades en materia de uso de suelo y de construcción comenzó durante la administración de Miguel Ángel Mancera en la CDMX, y Leonel Luna como jefe delegacional en Álvaro Obregón. Zárate cuenta que en aquellos días el terreno lo compró “Fibra Uno”, el conglomerado económico más grande de América Latina en materia inmobiliaria, aunque la empresa niega que tengan relación.
En los argumentos de Fernando Zárate, resalta que en el periodo de Mancera (2012-2018) había esa abusiva y voraz visión del negocio inmobiliario, que permitió de manera corrupta la construcción de muchos inmuebles en la Ciudad, en contra de la norma y con afectaciones severas al entorno urbano. Otro caso emblemático: la Torre Mitikah, en el pueblo de Xoco, al que le causó daños irreparables.
Entre 2013 y 2014 se comenzó a construir el edificio en Insurgentes y Desierto de Los Leones, pero los vecinos de la zona se organizaron y pararon la obra, de la cual quedó una parte edificada. Zarate tiene evidencias de que para obtener el permiso de esa construcción se falsificaron documentos. Y tan fue así, que Fibra Uno perdió tres juicios a lo largo de 10 años. El gobierno de Claudia Sheinbaum se comprometió a demoler lo que habían construido. No lo hizo, porque vía resolutivos de amparo se lo impidieron jueces de distrito. Ahora, uno de esos juzgadores “corruptos”, dice Zárate, ha ordenado que se pueda continuar la construcción de ese inmueble, pero “jamás lo vamos a permitir”, añade.
Así, la próxima semana se debería aprobar la creación de esa Comisión contra las ilegalidades inmobiliarias, porque Morena tiene que ser consecuente con su discurso, empezando ahora por el predio de Insurgentes 2021, ni modo de que les vayan a tirar línea de no ir contra esa gigantesca empresa inmobiliaria porque ahora su propietario es el tercer mayor inversionista de la televisora más grande del país. Lo veremos.
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