Glorieta de Colón
Hacia el mediodía, el salón de sesiones del Congreso de la Ciudad de México estaba solitario. Era evidente que no había quórum, que no había al menos 33 diputados. Algún malora solicitó que se corroborara la presencia de los legisladores para ver si podía continuar la sesión. Al sonar la alerta para que todos acudieran a checar su asistencia, un grupo de diputadas del bloque de la 4T estaba en el vestíbulo del recinto Legislativo… ¡vestidas de quinceañeras! Se quedaron atónitas, paralizadas, ninguna se atrevió a entrar al salón de Plenos ataviada de esa forma, por lo que desesperadas llamaron a sus asistentes para que les llevaran sus tabletas electrónicas y pasar asistencia. Por poco revientan la sesión. Fue bastante divertido casi tanto como verlas con esos vestidos que se ataviaron –aunque era innecesario– para “promover la artesanía y el diseño de modas”, que pueden ser fabricados en tallas pequeñas o extra grandes. Por eso hay quienes entre broma y en serio van a promover que la siguiente ocasión se vistan de porristas para fomentar el deporte, al fin que ya hace unas semanas se disfrazaron de catrinas. A la mascota de la bancada morenista, el diputado Luis Chávez, esta vez le tocó ser chambelán. Nadie más se atrevió. Él puede ya hacer cualquier cosa, si traicionó a sus electores ya nada habrá de darle vergüenza.
Brugada, ¿Y el Metro?
Hoy, otra vez la realidad de la crisis en el Metro rebasó a Clara Brugada. Aunque ya transcurrieron 40 días de su gestión no nos ha dicho cómo va a devolver la gran eficiencia que tenía este sistema de transporte, que se perdió en la última década. Brugada ha tocado el tema de manera tangencial, incluso salpicando a la presidenta Claudia Sheinbaum, por aquello de que ya se tardaron más del doble del tiempo programado en la renovación de la Línea 1, que comenzó ella en 2022. Este jueves, fue caótica la movilidad en la zona poniente de la CDMX, porque paró la Línea 7 del Metro durante más de 2 horas.
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