Glorieta de Colón
A los habitantes de la colonia Nueva Santa María en Azcapotzalco el tiempo les dio la razón. Ya han pasado dos meses desde que el secretario de Gobierno, César Cravioto se comprometió con ellos a que no se va a construir en esa colonia, en la esquina de Eje 2 Norte y Plan de San Luis, un albergue para migrantes indocumentados, y todavía no se emite el decreto sobre el destino que tendrá ese predio, comprometido desde 2021 por la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para edificar una casa de cultura para adultos mayores. Los vecinos de la zona han hecho bien en no levantar el campamento frente al predio, porque no confían tampoco en la jefa de Gobierno. En paralelo, iniciaron juicios de amparo en contra de las autoridades de la Alcaldía, de la capital del país y del Gobierno Federal para impedir también por la vía jurídica que usen ese espacio para algo que no justifica la utilidad pública. De facto, ese sitio, en su modesto campamento ya es un espacio cultural. Brugada y Cravioto deben estar conscientes que ya perdieron, los vecinos no se van a doblar y van a perder más votantes ahí.
Paradojas del drenaje
Precisamente el día en que el Congreso de la Ciudad de México celebró los 50 años del drenaje profundo, el oriente de la capital y otras zonas de la gran urbe se inundaron por una intensa lluvia que se registró. Esa obra fue fundamental para evitar principalmente que el centro de la CDMX se volviera a inundar, como ya había ocurrido en la historia, la más reciente en julio de 1951, cuando se alcanzaron niveles altos de agua, y para desplazarse los ciudadanos tuvieron que utilizar lanchas. La anegación duró tres meses. El drenaje profundo aprovechó que la capital del país tiene una altitud de más de 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar, pero el sistema ya está rebasado y principalmente al oriente urgen obras que les resuelvan el grave problema que enfrentan cada año.
FOTO: Especial
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