Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Aunque era sabido que René Bejarano Martínez (a) El señor de las ligas desde el arranque del Gobierno de López Obrador ha sido un operador político de Morena y ha utilizado a la Secretaría del Bienestar, a través de su ex alumna Ariadna Montiel para fortalecer su llamado “Movimiento Nacional por la Esperanza”, desde hace casi 20 años no aparecía en público en una campaña proselitista con miras a un proceso electoral. Ni en el 2021 que tanto lo ocuparon –y por cierto fracasó– se atrevieron como ahora a presentarlo de nuevo en público junto a candidatos.
Desde que estallaron los ‘videoescándalos’ en abril de 2004, en que el falso empresario Carlos Ahumada lo exhibió recibiendo fajos de dinero, Bejarano había operado en la sombra, en lo oscurito, en las cañerías, como es su especialidad. Pero el domingo Omar García Harfuch, el candidato a la Jefatura de Gobierno de la candidata presidencial, decidió redimirlo en público.
Ocurrió en la Alcaldía más panista de la capital, la Benito Juárez, donde Bejarano hasta se dio el lujo de destapar a Leticia Varela como futura candidata en esa demarcación para 2024. El beso del diablo.
Harfuch tuvo que recurrir a Bejarano, un perdedor de 2021, porque los liderazgos de Morena que controlan las principales estructuras y bases del partido están del otro lado, con Clara Brugada, quien al final por presiones de Martí Batres ya no quiso de operadora a Dolores Padierna, la otra líder principal del movimiento de Bejarano, de quien por cierto es esposa.
En las elecciones de 2021, esta pareja fue derrotada en las Alcaldías que les encargó Claudia Sheinbaum, empezando por la Cuauhtémoc, donde la propia Padierna fue candidata. También perdieron en Álvaro Obregón, Coyoacán, Tlalpan, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo. Le echaron la culpa a Ricardo Monreal, pero en realidad lo que ocurrió es que la gente en la capital estaba muy molesta con el gobierno de Sheinbaum, y al ver a personajes tipo Padierna y Bejarano, prefirieron votar por los candidatos de la Alianza Va por la CDMX, entre PAN, PRI y PRD.
De nada le sirvió a Bejarano que desde el gobierno federal le permitieron usar los recursos de la Secretaría del Bienestar para fortalecer su organización. La ex alumna de Bejarano, Ariadna Montiel controla esa dependencia desde el arranque del sexenio, aún cuando fungía como subsecretaria. Bejarano solía hacer giras para ofrecerle a la gente los programas sociales, y les prometía que de inmediato irían los Servidores de la Nación para adherirlos a los beneficios. Y así ocurría: por instrucciones de Montiel iban a ver a estos ciudadanos y se cumplía la promesa de Bejarano.
Otros sectores muy polémicos que al parecer también ha redimido Harfuch son de raíces muy priístas, como a él le atribuyen. Uno es el líder del Sindicato del Metro, Fernando Espino, a quien padecieron tanto López Obrador como Sheinbaum desde la Jefatura de Gobierno, pues les quiso parar el sistema de transporte porque le quitaron los privilegios que le entregaron otras administraciones. Más o menos es lo mismo con los caciques del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX).
Además de la redención, a Bejarano le dieron otro premio que se va a formalizar en los próximos días: a través de la diputada federal Aleida Alavez, Sheinbaum le asignó la responsabilidad de la Tercera Circunscripción electoral, que abarca el sureste del país. En una de esas pierden como en 2021. Lo veremos.